domingo, 23 de marzo de 2014

Capítulo 2: Las cartas sobre la mesa

Cuando esa figura cruzó la puerta y la luz que salía de la ventana iluminó su rostro, pude comprobar quién era de verdad. En ese mismo momento quise huir de ese pequeño despacho, que me empezaba a resultar claustrofóbico, y correr como luego hacía esos domingos, en la playa. Lástima que no podía, se hubiera notado mucho que no le quería ver. Pero era así. No le quería ver ni la punta de los zapatos y ni siquiera le quería oír.
-Buenas, ¿molesto?- empezó saludando la persona a la cual conocía con el nombre de Nicolás.
-No molesta, señorito Montiel. Puede sentarse al lado de la señorita- le señaló el asiento, el cual estaba al lado del mío.
Acto seguido, Nicolás me miró, serio y se acercó dando grandes y silenciosas zancadas hacia la silla. Esa tarde llevaba una camiseta roja que le resaltaba sus ojos azules, aunque me cayese mal, tenía que admitir que eran preciosos.



 Se sentó tranquilamente y me dio dos besos. Yo, como una ciudadana educada también le dí dos, a pesar de que la ira me iba subiendo por segundos y no sabía a ciencia cierta si la cara se me había puesto roja de rabia. Me estaba quedando sin dedos de tanto enredarlos y desenredarlos. Primero, la pregunta del comisario Álvaro y, más tarde, la aparición de Nicolás. Normal que estuviera de los nervios.

-Bueno, antes de que penséis cosas que no son,- empezó diciendo Nicolás- quería explicaros el motivo por el cual he venido esta tarde. El motivo por el cual me he atrevido a superar mis miedos y a salir a la calle para otra cosa que no sea pasear y respirar. Y ese motivo es contar la verdad. Esa verdad que he estado guardando durante cuatro larguísimos años.
Sentí como, al instante, me mareaba y me faltaba el aire. Hace nada estaba intentando no decirlo y ahora venía este y nada más que pretendía contarlo. Ahora lo odiaba más que antes.
-Señorita Eva, ¿está bien?- me preguntó, preocupado, el comisario Álvaro, mientras que Nicolás me miraba fijamente.
-Eh... sí, no... se preocupe- dije titubeante.
Me puse nerviosa al comprobar que Nicolás no paraba de mirarme y, lo que más me inquietaba, que se estaba mordiendo el labio, cómo cuando se preocupaba por alguien.




-Siga, señorito Montiel- dijo el comisario, no sin antes comprobar que yo ya estaba bien. 
-Bueno, a lo que iba- siguió diciendo Nicolás- ahora contaré toda la verdad de este asunto. Pondré las cartas sobre la mesa.
 Hace cuatro años, en el verano del 2000, estaba paseando por la playa y, casualmente o por obra del destino, la ví. Esa chica de pelo color dorado como el sol, que ahora relucía en el horizonte, se encontraba sentada en la arena. Tenía la misma edad que yo, 16 años. Me había enterado por mi mejor amigo Lucas. Decidí ir a hablar con ella. A cada paso que daba me iba arrepintiendo de lo que estaba haciendo. O quizá, a cada paso me daba más miedo.
-Hola- la saludé, justo detrás suyo.

La chica se volvió en cuanto oyó mi voz y, al fín, pude ver su rostro. Tenía los ojos más bonitos que había visto jamás. Esos ojos color esmeralda me miraron, curiosos.




Su pelo, a esa distancia parecía incluso más bonito que de lejos. ¡Y qué sonrisa tenía! Parecía que me hubiera embrujado, pero no era una bruja, como las de los cuentos.
-Hola- me dijo, manteniendo la sonrisa- ¿quién eres?
En ese momento me quedé petrificado. Su voz era dulcemente dulce. Seguí pensando en lo preciosa que era sin darme cuenta de que me estaba hablando.
-Eh... soy... me llamo... Nicolás- dije como si me hubiera acordado en ese mismo instante.
-Ah, encantada- dijo riendose, porque parecía que yo no sabía ni mi nombre.
Me senté a su lado y seguimos conversando de cosas que, al paso del tiempo, ya ni me acuerdo. Pasaron los días, las semanas e, incluso, los meses. Nos hicimos grandes amigos, y, más tarde, novios. Yo estaba encantado de tener a alguien tan especial a mi lado. 



Todo iba bien, hasta que un día, Lucas, mi mejor amigo, la persona que me había unido a esa chica, me hizo separarme de ella.
-Nicolás- dijo susurrandome.
-¿Qué quieres, Lucas? Y, ¿por qué hablas susurrando?
- La verdad es que... He descubierto algo sobre tu novia- dijo sin atreverse a mirarme a la cara.
-¿Es algo malo? No me asustes, Lucas- dije bastante alamardo.
-Pues... La he oído hablar con su amiga.
-Tío, eres un cotilla. ¿Por qué las escuchas a hurtadillas?
- ¿No harías tú lo mismo? Ah, no, es verdad, que es tu novia y no la quieres defraudar.
-No me busques, Lucas, que me vas a encontrar. Venga, dime lo que me tenías que contar.
-Vale. Pues, he oído decir a tu amiga, novia... Lo que sea, que...- se notaba que le costaba seguir- que ha matado a alguien.
En ese momento, no pude creer, o no quise creer, todo lo que Lucas había dicho de mi novia, mi mejor amiga, Eva Manson.


 



6 comentarios:

  1. Hola! Ya te he afiliado:) Te importaría mandarme una foto para afiliarte?:)
    Besos ♥

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  2. Ya te la he mandado por Google+ :D
    Muchas gracias, en serio:)
    Besos a ti tambien<3

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  3. ¡Hola Carmen! Me ha alegrado mucho visitar tu blog y ver que al final te animaste a escribir una novela. He leído los dos capítulos y están genial, ¡ya estoy enganchada! Te animo a que pase lo que pase, nunca dejes de escribir, ya sea de la novela o cualquier simple texto porque es la mejor manera de encontrarse a uno mismo y de crecer interiormente. ¡Un saludo, ánimo y sigue así!

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  4. ¡Muchísimas gracias, en serio! No sabes cuanto me alegro de que los hayas leído y de que te hayan gustado, además:D Es cierto lo que decías, lo mejor son los comentarios:D En serio, muchas gracias por pasarte por este rinconcito al que le llamo blog:D
    ¡Un saludo a ti también y un abrazo fortísimo!

    PD: Nunca dejaré de escribir jiji;)

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  5. Hola Carmen :) Como dirían los del Tomate: uy uy uy uy uuuuuy ¿tenemos delante a una asesina? ¿un desafortunado accidente? ¿un mentiroso muy bueno? uy uy uy uy uy uuuuy jajajaja Me encantará poder descubrirlo ^^ Un beso y mucho ánimo y mucha suerte para tu novela :)
    PD: Ya te he afiliado en mi blog :P

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  6. Hola:D JAJAJAJA Ya veréis como sigue la historia, pero por ahora es un misterio jiji:D Os dejaré con la intrigaa. Gracias por leer mi aún pequeña historia jiji:D ¡Un beso a tí también! <3

    PD: Ah, y gracias por afiliarme jiji:P

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