viernes, 21 de marzo de 2014

Capítulo 1: Dudas

-Señorita Manson, acérquese y siéntese, por favor- dijo mientras me señalaba el asiento- Tengo que hacerle unas cuantas preguntas.
La llamada del comisario Álvaro, no voy a mentir, me inquietó bastante. Estaba en mi casa reorganizando el desván que estaba desordenado y, a decir verdad, también bastante olvidado, cuando el sonido del teléfono me sobresaltó y me hizo abandonar la misión poco posible que me había encomendado esa tarde lluviosa.


-¿Sí?- dije un tanto desconfiada, ya que me había llamado un número desconocido.
-¿Señorita Eva Manson?- preguntó una voz desconocida para mí- ¿es usted?
Debido a que nada podía hacerme ese hombre que había llamado y preguntaba por mí a través de la línea, decidí responder.
-Sí, soy yo. ¿Quién es?
-Soy el comisario Álvaro, ¿me recuerda?
¡Claro que lo recordaba!, ¡cómo lo iba a olvidar!. Él presenció uno de los peores momentos de su vida.
-Sí, claro que lo recuerdo, pero, perdone mis dudas, ¿por qué me ha llamado?
-La verdad es que quiero que venga a la comisaria,- se quedó en silencio durante exactamente cuatro segundos- ahora mismo.

Segundo pasillo a la derecha, despacho número 20. Abrí la puerta lentamente, al igual que eran mis pasos hacia su mesa. Cuando llegué, sin previo aviso me senté en la silla roja que allí había. Su despacho, a pesar de ser minúsculo, tenía suficiente luz como para ver.

Álvaro me miró fijamente, quizá intentando leer mi mente para descubrir qué es lo que pasaba por ella en ese momento. La luz espectral que salía de entre las rendijas de las persianas le conferían un aspecto misterioso.
-Aquí me tienes- es lo único que pude articular.
El comisario cogió una taza y, como si le fuera la vida en ello, vertió el café y, delicadamente se bebió un pequeño sorbo sin apenas mancharse.
-Me he estado preguntando todo este tiempo,- dijo cuando acabó de beber- qué tiene usted que ver con este caso.
Tras esa pregunta, un dolor intenso, tal vez de tristeza o, incluso de resignación, me invadió. No me esperaba esa pregunta, por lo que los pelos se me pusieron de punta y mis dedos y manos empezaron a jugar a pillarse.
Al ver que no respondía, Álvaro tomó la palabra de nuevo.
-Es extraño que, así cómo así, te hayas involucrado tanto en este caso.
-No me he involucrado- atiné a decir, bastante enfadada- yo pertenezco a este caso.
Al instante de decirlo, supe que no lo tendría que haber hecho. Me acababa de adentrar en una jungla de misterios y asesinatos de la que no sería fácil salir.
Álvaro dejó la taza de café en la mesa de madera, ya bastante manchada, quizá debido a no usar posavasos, y se acercó a mí, interesado por lo que acababa de oír.


-¿Cómo que perteneces a este caso?
No tenía escapatoria, había caído en sus redes, o, quizá, simplemente en las mías.
-Sí, como has oído.
Justo cuando dije esto una figura esbelta cruzó el umbral.

 

6 comentarios:

  1. Guauuuuu!!! Esta genial ¿seguro que no te dedicas a escribir?
    El primer capitulo esta genial espero que hagas 400 mas como este y seguro que si sigues asi de mayor seras escritora

    ResponderEliminar
  2. Pero... Joo ¡Muchísimas gracias! ¡Que agradable leer esto! Pues espero haver muchos mas o hasta que llegue la historia. Cuando la acabe espero que te guste. ¡Muchas gracias de nuevo! Y no se si me voy a hacer escritora pero me lo pensare:D

    ResponderEliminar
  3. Tu primer capitulo es muy bueno. La verdad me gusto, no había leído por aquí una historia de ese aspecto. Espero sigas asta el final, por que es muy bueno. Besos :*

    ResponderEliminar
  4. Oh gracias Claudia:D En serio, muchísimas gracias por leer y opinar:D Y, claro que seguiré la historia:D No lo dudes:)
    Besos y gracias por tu comentario:)

    ResponderEliminar
  5. Muchísimas gracias:D Por leerlo y por opinar, en serio. Espero que te siga gustando^^

    ResponderEliminar

Vuestras opiniones me ayudan mucho para mejorar mi forma de escribir y, además, me gustaría saber vuestra opinión. ¡Asi que animaos y comentad! :D
PD: siempre con respeto:D